La mejor práctica al almacenar café preparado es llenar un frasco de vacío hasta el borde y crear un sello hermético.
Esto permitirá que el café alcance antes la presión de vapor de equilibrio, lo que hará que queden gases aromáticos volátiles en la solución.
El alto nivel de CGA disuelto en el café es más estable cuando se almacena entre 80 y 85 °C.
Por debajo de 80 °C, los CGA comienzan a descomponerse en ácido cafeico y quínico. Este desglose agrega amargura y acidez adicionales a una preparación.
Ted Lingle (el autor del Manual de preparación de café de la SCA) considera que el café no se puede servir 30 minutos después de su preparación.